Pastillas.- Aunque casi todos en un momento u otro nos hemos referido a algún comprimido con el nombre de pastilla, en la actualidad no podemos encontrar mas de diez especialidades que realmente lo sean.
¿Puedo tomarme un antiácido junto con el comprimido para proteger mi estómago?
Hay veces que con la finalidad de "proteger" nuestro estómago, junto con el comprimido se ingiere un potente antiácido. En este caso, se producirá un descenso de la acidez propia del estómago, y estaremos "engañando al comprimido", ya que al detectar un medio poco ácido, procederá a liberar el medicamento. Habremos conseguido todo lo contrario a lo deseado, el medicamento entrará en contacto con la pared del estómago, pudiéndolo dañar.
Otra interacción muy importante con los antiácidos, es que en su composición llevan sales de aluminio. Estas sales atrapan los ácidos del estómago, y los adhieren a su superficie, disminuyendo la acidez. El problema está en que también son capaces de adsorber otras sustancias, entre las que se encuentran los propios medicamentos. Podemos decir, que en este caso, la dosis efectiva de medicamento que tomamos, es muy inferior a la que deberíamos tomar.
Mi consejo, es esperar por lo menos una hora entre la toma de un medicamento y la de cualquier antiácido.
Colirios
Para una buena aplicación de un colirio, primero debe lavarse las manos. Seguidamente se separará un poco el párpado inferior, haciendo un pequeño cuenco, donde depositaremos las gotas correspondientes. El ojo se deberá cerrar lentamente, y permanecer así durante al menos dos minutos. De esta forma nos aseguraremos que el medicamento nos hará efecto. Una costumbre que suele tener mucha gente, es parpadear repetidamente hasta recuperar por completo la visión. Al hacer esto estamos lavando el ojo, con nuestras propias lágrimas, impidiendo una distribución correcta del medicamento.
¿Cuándo caduca un colirio?
Hay que recordar que la fecha de caducidad de los colirios, se refiere al envase antes de abrirlo. Además de evitar que la punta del aplicador entre en contacto con cualquier superficie (mucho menos si es la de nuestro propio ojo), nunca se debe tener abierto mas de treinta días, cualquiera que sea la composición, ya que puede contaminarse con bacterias, y estas contaminar a su vez nuestro ojo. Cuando las temperaturas son altas, siempre es conveniente, entre toma y toma, conservar el colirio en la nevera, sacándola de la misma un rato antes, para que a la hora de la aplicación esté a temperatura ambiente.
Pomadas oculares
Se aplican de forma similar a los colirios, depositando el tamaño de un grano de arroz en el párpado inferior. Hay que advertir, que debido a su naturaleza, y durante cierto tiempo, tendremos una visión borrosa. Su empleo se hace preferentemente por la noche (al acostarse) ya que de esta forma no nos afectará esa pérdida de visión, y por su larga permanencia en el ojo, nos permitirá estar toda la noche sin necesidad de nuevas aplicaciones.
Al igual que los colirios, una vez transcurrido un mes (o antes), se deben desechar.
Jarabes
Los jarabes tienen como base, una disolución de azúcar en agua. De esta forma, se enmascaran los sabores desagradables de los medicamentos, pero hay que tenerlo en cuenta en aquellas personas diabéticas. Hoy día se emplea el término jarabe cuando nos referimos a soluciones que no llevan azúcar, y que sí son toleradas por diabéticos, por lo que antes de administrarlos, conviene consultar al farmacéutico si llevan o no sacarosa (azúcar).
Para la administración de jarabes, siempre es conveniente el empleo de la propia cuchara o medida que viene junto con el envase. Puede haber bastante confusión con el empleo de cucharillas, cucharas de postre, soperas..., ya que todo este menaje no se encuentra calibrado, pudiendo encontrar unas variaciones muy importantes en su capacidad, según el modelo elegido.
Se me ha roto la cucharilla del jarabe. Tengo una jeringa, pero viene graduada en ml. ¿Puedo emplearla?
En el caso de que se rompa, pierda o no venga dicha medida, lo mejor es emplear una jeringa de plástico, a la que previamente habremos quitado la aguja. Siempre debemos tener en cuenta que:
1 Centímetro cúbico (cc. ó cm3) es igual a 1 mililitro (ml.)
Al igual que pasa con los colirios, una vez abierto el jarabe, se debería desechar transcurrido un tiempo prudencial (dos o tres meses si se guarda en nevera), o antes si así lo indica en el prospecto.